Historias de la vida misma – Parte 1

Desde la última vez que escribí he tenido la fortuna de vivir diversas experiencias para reflexionar acerca de la vida, la muerte, el amor, el apego, la naturaleza, la paz interior, en fin de muchos temas.

Ir de vacaciones al Valle del Elqui fue todo un acierto. Dejamos de lado la tecnología, aunque ahora hay una antena de entel que conecta al Valle con el mundo. Eso me entristeció, yo quería que el Valle permaneciera eternamente aislado de todo lo que hoy nos facilita la vida al mismo tiempo que nos agobia. Fui egoísta, porque pensé solo en mi bienestar personal y algunos elquinos estaban realmente agradecidos por estar conectados.

Una semana y media de despertar y acostarse en relación al ritmo de la naturaleza, de comer por necesidad y no por ansiedad, de jugar con piedras, arena, palitos y agua, mucha agua, de compartir mis lecturas con los niños y ellos compartir sus propias experiencias en familia, de hacer y disfrutar de una fogata y de bañarme cada mañana y tarde en el río Cochiguaz, frío, intenso, puro y abrazador, entre otros muchos otros placeres sencillos de la vida, como respirar consciente.

Ver jugar o entretenidos a los niños, de todas las edades, con su entorno inmediato, la naturaleza, un libro, su familia, el cielo y las estrellas me hizo inmensamente feliz, ver a Luis cortando y puliendo tronquitos secos para hacernos collares familiares y orgánicos, todos pintando piedras y disfrutando de lo mismo, nos convenció como familia que debemos tener periódicamente vacaciones como estas. Al menos una vez al año y así será.

Leer más

Son tantas las ideas…y pocas las publicaciones

Son tantas las ideas y los temas de los que quiero escribir, como si cada idea y su reflexión fuera una mariposa excepcional y única que visita mi jardín y no logro atrapar.

¿Pero cuanto tiempo dispongo para observarlas, correr tras ellas y capturarlas en mis publicaciones? Realmente muy poco.

Ahora por ejemplo, estoy en la consulta del dentista esperando que me atiendan con una novela turca de música de fondo. En otras oportunidades solo me quedo en el imaginario.

Tengo muchos borradores iniciados con temas que me inspiraron respecto de los cuales ya no siento lo mismo. Los comencé con un enfoque y los retomo con otro muy distinto que no me satisface. Dejan de tener sentido!

Es loco, porque las publicaciones que prosperan nacen redondas, de una, después solo hay que pulirlas y a veces ni eso.

Alzhaimer, padres, abuelos, adolescentes, niños, maridos, amigos, alcohol, drogas, sexo, rock and roll, espiritualidad, equilibrio, energía, sensaciones, armonizar, pensar, crear, pensar, existir, pensar, ser, cocrear, desapego, lo mato, la mato, lo quiero, la quiero, me voy, me quedo, te dije, hasta cuando, enojo, que rabia, que pena, que pasa, no entiendo, que siento, alegría, risas, bienestar, satisfacciones, paz, placer, salud, buenas energías, malas energías, predicciones, percepciones, hippismo, abrazo, más abrazos, más abrazos, se fueron, pero se quedaron, los quiero, nos quieren, nos cuidan, agradezco, cada día, volar , flotar, oler, saber, oir, disfrutar, medicarse no es sanarse, mejor dormir a pata suelta, mamá ya es de día, una sonrisa, dos sonrisas, tres sonrisas, cuatro sonrisas, cinco sonrisas, seis sonrisas y la mía…te amo, llegué a puerto, que alivio, que rico. El trabajo, las responsabilidades, me quiero quedar, pucha me quiero ir, estoy chata, no soy suficientemente buena!, siempre hay de quien aprender, que buena soy!, arar con los bueyes que tengo es el desafío de la vida misma, se me cae un ojo, me mareo y mi vida? …ah! mi vida….reiki, doc….nadie dijo que iba a ser fácil, más abrazos por favor, ya decidí no sufrir, sígueme, …..Om

Si te gustó este relato dame like , coméntalo y compártelo con tus amigos.

Si quieres enterarte de mis próximas publicaciones, suscríbete a mi página (http://www.palomagrandon.com)con tu correo

En redes sociales, uno es quien te sigue…👍

Hace muchos años atrás, cuando cree mi cuenta en twitter, @abarros me dijo: «en redes sociales uno es quien te sigue» y pensé «no soy nadie«. Hoy 28/01/2019 en Twitter él es 5.018 seguidores y yo 111 seguidores en 9 años.  Por cierto, felicitaciones Alejandro.

Y siguiendo con mi reflexión, con esta tasa de crecimiento de 12 seguidores al año que he logrado sin esfuerzo alguno, creo no llegaré muy lejos con esta corazonada de hacerme blogger y menos vivir de ello. Por lo tanto, tendré que ponerle un poco de profesionalismo al emprendimiento y escribir al final de cada uno de mis textos:

Si te gustó este relato/post, dame «me gusta/like» y si te animas a más coméntalo.

Si quieres enterarte de mis próximas publicaciones, suscríbete a mi página con tu correo (http://www.palomagrandon.com)

Y dime, ¿quien eres en redes sociales?

¿Acampemos? Recordando el agradecimiento

Anoche me levanté a las 5 de la madrugada a buscar un remedio que tenía en el auto. Me puse unas hawaianas, porque por alguna razón desconocida mis pantuflas no estaban y sobre el pijama, mi polerón Kido (https://goo.gl/images/DWR4dR) de esos que solo venden en Pucón – que son como ponerse una oveja encima.

Era de noche, el cielo estaba cubierto por la vaguada costera y el patio tenía ese olor a rocío sobre tierra y pasto tan característico de los campamentos por la noche. En dónde la carpa se humedece por fuera mientras uno dentro se siente protegido y abrigado.

Y en ese momento pasé de la noche a la mañana en mis recuerdos y recordé un té caliente que me sirvió Luis en un campamento de Hornopiren (https://g.co/kgs/jfLWxS) una mañana muy fría de verano sureño, con suelo de tierra y rio y paredes de rocío y hierba y el olor a madera quemada de la caldera del lugar que nos aprovisionaba de agua caliente.

Manos frías calentándose en la taza, un buen gorro de lana, calcetines y zapatos de invierno y al menos 3 capas protegiendo la integridad física de toda la familia. El olor característico a tierra húmeda, el aire puro que entra y enfría tu nariz y la pone roja, el sonido permanente del río, el sabor del agua hervida fuera de casa, el pan amasado, el queso y/o la mermelada de los alrededores en un comedor rústico, básico, equipado o improvisado, pero de campamento al fin y al cabo. Y todo sabe más rico que en casa y todo se agradece desde lo más profundo de nuestro ser.

.

México: lenguaje, comida y tradiciones

Cuando mi hermana regresó a vivir a Chile después de 17 años en México, nos empapó de una cultura de la que no paraba de hablar y practicar a diario con mucho cariño y agradecimiento.

En ese tiempo yo tenía una hija de 3 años que por un viaje de trabajo tuve que dejar con su tía un par de semanas, tiempo suficiente para que se transformara en su regalona y en una exponente del español mexicano. Gustaba del color «rosa» (no rosado), asistía a la «guardería» (no al jardín), era «consentida» (no regalona), decía «que guapo»(no que mino), dormía en su «cuarto» (no en su pieza) y me pasaba el «periódico» en vez del diario los fines de semana.

Al menos no decía «mande» ni «ahorita» que mi hermana prohibió utilizar a sus hijos, porque siempre lo encontró demasiado servicial. Pero eso no fue todo, tiempo después mi hermana vivió con nostras alrededor de un año y compartió «cuarto» con mi hija, lo que la llevó a conocer la teleserie de Lucerito: «Soy tu Dueña». Que hoy 8 años más tarde, están transmitiendo en www.tvn.cl, con la súper estrella mexicana recién salida del upgrade quirúrgico, rodeada de personajes variopintos algunos con poca ropa, que se pasean o hacen que trabajan en las «haciendas» o duermen una que otra siesta fogosa con la «malvada» o el «malvado» de la novela. Y no es que yo sea pacata, pero a modo de anécdota les cuento que en ese periodo mi hija me preguntó – ¿Mamá, los pololos duermen desnudos? No recuerdo que le respondí,  solo recuerdo mi tremenda impresión y el auto-convencimiento reforzado de que las teleseries son malas para los niños.

Pero aparte de esos detalles, reconozco que fue una buena época porque conocimos los «chilaquiles», el «mole», la «tinga de pollo» y los «huevos estrellados», que mi hermana cocinaba para nosotras y los amigos más cercanos. Cuando fui a México después de esta experiencia culinaria llegué a probar los «tacos al pastor» de los que mi hermana y sus hijos siempre hablaban, los que imaginaba en grandes tortillas de trigo y me encontré con que eran pequeñitos, de maíz, los vendían de a tres unidades , rellenos con carne de cordero, cebolla picada y cilantro, jugo de limón y ajíes a gusto. Realmente eran una delicia!

También quise validar lo que mi hermana nos había preparado en Chile y sacó 10 puntos en todo. En Chile tenemos la fortuna de que venden todos los ingredientes para preparar los más ricos y auténticos platos de comida Mexicana en muchos supermercados.

En cada celebración o evento importante, mi hermana se ponía nostálgica y nos enseñaba de las tradiciones Mexicanas y trataba de incorporarlas en nuestras costumbres o bien nos contaba las aventuras de mis sobrinos. Una nostalgia llena de bonitos recuerdos y alegría.

  • En navidad (24 de diciembre) se realiza una cena familiar y en la Pascua de Reyes (6 de enero) se corta la Trenza de Reyes y se entregan regalos a los niños. Mis sobrinos chilenos, exigían regalos en ambas fechas.
  • Cuando se acerca la fecha del Día de Muertos en cada hogar se monta un altar con fotos de sus difuntos, los que se acompañan con lo que más les gustaba, sus cosas, la comida, en general cosas significativas. Se adorna el altar con la flor tradicional llamada cempazuchitl y con imágenes religiosas. Es tradición también el Día de Muertos pintarse el rostro de calavera o   bien de Catrina o  Xibalba (chibalba) y los más arraigados a la tradición junto al altar o en el cementerio cenan junto a sus muertos.

Tiempo después, al ver las películas «El libro de la vida» y «Coco» nos quedaron a todos en casa mucho más claras las costumbres y creencias mexicanas: nuestros seres queridos estarán junto a nosotros mientras los llevemos en nuestros corazones y esta nueva manera de ver la vida nos ha ayudado como familia a sentirnos más reconfortados, por lo que este año hicimos un altar a la chilena en nuestra casa.

No quiero que lloren cuando muera, quiero que se alegren, porque transitaré hacia otra vida que sé será buena.

Continuará…